Cada vez está más de moda la sencillez y la naturalidad a la hora de celebrar las bodas. Poco a poco vamos dejando atrás aquellas bodas recargadas de decoración, con mesas en las que no cabía un alfiler y vestidos que parecían sacados de un cuadro del siglo XVII. Cada temporada tienen más peso las bodas rústicas y campestres que, aunque muy estudiadas, ofrecen un marco más desenfadado para vuestro gran día. Si os gusta esta tendencia, os ofrecemos ocho consejos para que triunféis con una boda en un bosque.

1. El vestido

Las tendencias en moda nupcial evolucionan cada año, pero siempre están presentes en ella elementos románticos como el encaje. Elige un vestido vaporoso con aplicaciones de encaje o crochet y combínalo con la melena suelta y algún tocado de flores.

2. El ramo

Escoge un ramo de novia con apariencia de haber sido recién cogido del campo, compuesto por flores silvestres y muchas hojas. El olivo o el eucalipto son opciones perfectas para un ramo menos convencional. En cuanto a la forma, lo ideal es que no sea muy redondo, que parezca que has cogido las flores dando un paseo por el bosque.

3. La papelería

Los colores marrones y grises y el papel kraft son perfectos para dar un toque completamente orgánico a vuestra celebración. En las invitaciones de boda, te recomendamos que emplees motivos florales y campestres para anticipar a tus invitados la boda tan rústica de la que van a disfrutar.

4. El cóctel

En vez de un cóctel tradicional, lo mejor para dar a tu boda ese toque orgánico es utilizar materias primas muy naturales. Una idea es servir bebidas compuestas por frutos del bosque, como arándanos, moras o frambuesas. Sin duda una opción muy refrescante de la que tus invitados disfrutarán.

5. Los letreros

Lo normal es que en un bosque los espacios se encuentren menos definidos, por lo que será de gran ayuda si colocas letreros de madera natural indicando dónde va a tener lugar cada momento de la celebración. Los carteles contribuirán a dar a la boda un toque muy rústico y chic. 

6. Las mesas

Las mesas son siempre el elemento estrella de la decoración, aquel en el que los invitados pasan más tiempo y pueden por ello apreciar y valorar más. Te aconsejamos utilizar mesas corridas de madera sin manteles, con grandes centros de flores silvestres que armonicen con el entorno: colores burdeos, naranjas y marrones en otoño, y verdes, rojos y rosas en primavera. Las opciones son infinitas, tanto como lo son las variedades de plantas del bosque.

Las sillas, por supuesto, también de madera, y la cubertería y cristalería siguiendo los colores de la decoración. Una opción muy bonita es emplear platos con diseños de animales como patos o ciervos. Las servilletas, en la misma línea, con estampados de cuadros o de flores muy naturales.

7. El banquete

Huyendo de los clásicos menús de boda puedes sorprender a tus invitados con platos típicos de caza, como ciervo o perdiz, acompañados de un entrante ligero como ensaladas muy verdes con frutos secos tipo nueces o piñones.